No sabemos realmente la fecha de su construcción, parece ser que en un principio se llamaba "Molino de los Palacios Nuevos" y pertenecía a varios socios del Fuero del Valle Fenar, quienes tenían que pagar tributo al rey en virtud de las moliendas realizadas. Posteriormente fue adquirido por su primer dueño, el padre del "tío Manolón" quien dedicaba su labor a la molienda de cereales (cebada, avena, centeno) cosechados en la zona del Valle de Fenar y destinados a la alimentación de los animales. En estas moliendas el acuerdo, entre molinero y usuario, consistía en que el molinero se quedaba con una parte del cereal molido, así exigía 1/2 celemín por cada una de las eminas de cereal molido; en aquellas épocas era más valioso el intercambio de materia que un coste económico monetario.

      Entre las medidas utilizadas en los distintos cereales llevados a la molienda se utilizaban:

  • Emina: se correspondía con una especie de cajón de madera, que enrasado por ejemplo de trigo se correspondía con unos 14 Kg. de trigo y unos 10 Kg. de cebada o avena.
  • Celemín: se corresponde con un pequeño cajón de madera que enrasado de trigo se correspondía con 2 Kg.

      Posteriormente este molino pasó a ser propiedad de un grupo de socios, vecinos del Valle de Fenar, hasta que aproximadamente en el año 1929 fue adquirido por Ángel García García (apodado "El Chusco"), este nuevo propietario se dedicó en sus primeros años también sólo a la molienda hasta que en el año 1936 acondiciona el molino con una piedra para moler trigo, ingrediente necesario para la elaboración del pan, y en este momento se acondiciona un horno para cocer el pan y se inicia la labor de panadería en dicho enclave. En la elaboración del pan, como levadura, se utilizaba el llamado "urmiento" que no es más que la propia masa, del amasado del pan, fermentada y compuesta de agua, sal y harina. Una vez elaborado el pan se distribuía a los pueblos del Valle de Fenar (Robledo, Solana, Candanedo, Rabanal y Brugos de Fenar), Pardavé de Torío, Robles de La Valcueva, Palazuelo de La Valcueva y la misma La Valcueva.

 

      La labor de panadería y molienda en este molino transcurrió durante casi 40 años hasta que entre todos los panaderos de la zona de Matallana de Torío (Naredo de Fenar: "El Chusco", Orzonaga: "Meles", Cruce de Orzonaga: "La Peña" y Estación de Matallana: "Balbino" y "Blancón") deciden juntarse y hacer una sociedad en el año 1973, todos ellos pasaron a trabajar conjuntamente. Edificaron una nueva panadería moderna llamada "Panificadora del Torío" situada en el Barrio de San Lorenzo, pero en la elaboración seguían conservando el sistema de arrojo del horno con leña de roble y sobre todo la materia prima y la experiencia de estos profesionales de la panadería.

 

      Fue a partir de ese año 1973 cuando se cerró la función de panadería del llamado Molino del Chusco y se conti núo con la labor de molienda de cereales destinados principalmente a la alimentación de aves, cerdos, ganado vacuno, equinos,... esta labor aún la desarrolla hoy día su propietario Angel García Castro, quien a su vez es el único de los socios, de quienes  fundaron la  "Panificadora del Torío", que sigue activo en esta profesión, siendo quien regenta en la actualidad dicha panificadora e implicó al resto de su familia en esta madrugadora profesión.

 


 

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