LOS    BOLOS.



 

     Juego que requiere mucha práctica y sobre todo mucho pulso, maña y estudio del contrario (conocer sus cualidades y debilidades en la practica de este deporte considerado "autóctono").

     El juego de los bolos fue durante muchos años, y sigue siendo en la actualidad, el entretenimiento preferido de los adultos de Naredo; algo que concretamente en nuestra zona de media montaña prácticamente se está extinguiendo, ya que cada vez hay menos gente en los pueblos y visitando las distintas poblaciones más  cercanas podemos observar que en apenas dos o tres más existe en la actualidad bolera preparada con el fin de practicar el juego de los "Bolos".

    En Naredo, y en los pueblos cercanos, se practicaba la variante conocida como bolo leonés, que se juega con bola "cancha"(media bola). En la actualidad sigue siendo el juego esperado por muchos de los vecinos y visitantes, sobre todo en primavera y verano, y es fácil vernos esperando la caída del sol para comenzar con nuestras partidas. Si bien hay que decir que es más anhelado por la gente de más edad , también hay un grupo de personas entre 25 y 45 años que tienen gran afición y algunos de ellos están federados y suelen participar en los concursos de la zona y en los de León capital, en las diferentes boleras.  De menos de 25 apenas hay 3 o 4 muchachos que tienen afición, pero bueno mientras aún alguno continúe es buena señal para que este juego tan arraigado en nuestra localidad perdure en el tiempo.


Lugar de juego y material necesarios:

 

         La cancha, llamada bolera, no exige una longitud fija, aunque suele rondar los  15-18 metros de larga por 8-10 m de diámetro de ancha en la zona donde se encuentra el "castro". En ella encontraremos dos partes bien diferenciadas: el "castro", que es la parte de la bolera donde se colocan los bolos, es un cuadrado de 1´40 m de lado, y el "campo de juego", comprendido entre el castro y la mano (lugar desde donde se lanza la bola); en él debe considerarse una línea imaginaria llamada " línea de tiro", que pasa por el centro del castro y por la mano.

 

 

Los  Bolos:

Cada "bolo" es un trozo de madera torneada en forma tronco-cónica, de madera de chopo, haya o palera ( la gente mayor dicen que suelen ser los más resistentes los de palera). Se necesitan nueve bolos "normales" (de aproximadamente 50-55 cm. de largo y con un diámetro de 10 cm. en la base y 5 cm. en la cúspide) y otro más pequeño llamado "miche" (de entre 25-30 cm. de largo y 7 cm. de diámetro). Sólo dos bolos, además del miche, tienen nombre especial, el del "medio" (por si sólo ya tiene un valor de 7 puntos, mientras que cualquiera de los demás, menos el cincón, solo tiene 6 si solamente cae uno) y el "cincón" ( que será el primero del lado donde se coloque el miche).

      Los bolos se sitúan verticalmente en el castro apoyados por su base, de modo que formen tres filas de tres bolos con separación de 55 cm; llamándose 1ª, 2ª y 3ª fila, empezando a contar por la más próxima a la mano.
    El miche se coloca en uno de los costados del castro. (ver esquema anterior).

 

Las  Bolas

    Las "bolas" son de madera seca y resistente (de encina o fresno) y forma semiesférica, con el canto rebajado o achatado y su peso oscila ronda los 800 gr.; con un diámetro de unos15 cm. Hay varios tipos de bolas, unas cortan el giro muy rápido, otras son más indicadas para que corran más y terminen su giro más tarde, ........ cada jugador conoce bien sus bolas y de hecho son muchos los jugadores que cada vez que van a jugar llevan sus propias bolas y en función de la colocación del "miche " tutilizan una u otra bola.

   En nuestro pueblo existió una persona que tenía gran arte y prestigio en la confección de bolos y sobre todo bolas, este señor era Laurentino Valbuena, jubilado de la mina su gran afición era la carpintería y sobre todo sus bolas de encina, fresno o negrillo, para ello según me cuenta su sobrino carnal "Churchil" y su sobrino segundo "Adolfo" él cortaba en la época adecuada la encina y ésta la metía durante mas de dos años entre el abono de las vacas de manera que estuviese siempre tapada y así nunca se agrietaría, pasado ese tiempo sacaba la pieza y con su azuela, lima y cristales hacía unas bolas que muchos jugadores de gran prestigio utilizaban en sus competiciones y nunca les daban un fallo de rotura o agrietarse ya que el proceso de tratamiento de la madera fue el adecuado. 

    En el suelo se dibujarán también una serie de rayas fundamentales para el desarrollo del juego:

  •     Raya de once: La que une el cincón con el miche.
  •     Raya complementaria: Es la que se traza desde el miche al bolo de la 2ª o 3ª fila de la parte superior y de ese mismo lado.
  •     Raya de parada: Es una circunferencia que rodea el castro. Tiene un radio de 2 a 2´5 m. y su centro es el bolo del medio, aunque en las partidas en las que no hay concurso se suele poner un poco más grande.
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    Desarrollo del Juego:

     Aunque se puede jugar individualmente, lo normal era, y es,  jugar por equipos, compuestos por un mínimo de dos jugadores, si bien lo normal es entre 3 y 5 jugadores por cada equipo.

        Al comenzar la partida suele sortearse, lanzando una moneda al aire, el orden de las tiradas. El equipo que lanza en primer lugar es "mano" y cuenta con el privilegio de señalar el lugar desde el que se lanzará (colocará la mano más cerca o más lejos según las características de sus componentes); el otro equipo es el "postre" y a él corresponderá pinar el "miche" a su gusto y antojo (a la izquierda o derecha del castro, más cerca o más lejos del "cincón").

        El juego consiste en hacer el mayor número de tantos, pero estos no se alcanzan únicamente por derribar bolos, a la manera de las boleras americanas, sino que, al contrario, la jugada más ansiada es un "once", que se consigue cuando la bola entra en el castro y sin salirse por la tercera fila de bolos y sin rebasar la raya complementaria derriba el miche, o, también, cuando  la bola cruza la "raya del once" sin sobrepasar la última fila de bolos ni la raya complementaria.

        La bola que entra en el castro sin derribar bolos se contabiliza con 6 tantos. Si además derriba algún bolo deberá sumarse uno por cada, salvo que se derribe únicamente el del medio, cuyo valor es de dos tantos.


        Si la bola no entra en el castro o entra  y derriba sólo el bolo cincón (siempre que no haya entrado ésta en la zona delimitada como castro), la jugada es nula ("cinca") y tiene una puntuación de cero..

        Antiguamente existía la costumbre de "birlar",  es decir, realizar un segundo lanzamiento desde el lugar donde había quedado la bola, siempre que hubiese salido de la raya de parada.

        Aunque la reglamentación no es excesivamente complicada, con frecuencia hay dudas sobre la validez y puntuación de una jugada, por lo que es normal que alguien actúe de juez, al que suele denominarse "contador", que cantará en voz alta la puntuación de cada jugada y la suma total que lleva el equipo.


    Breve Historia en Naredo de Fenar:

       Respecto a la manera de puntuar no hace muchos años en Naredo se puntuaba de distinto valor el tirar el miche ( se te otorgaba una valor de 10 puntos o bolos)  que el pasar por la raya de once (tenía un valor de 16 puntos), ya que el objetivo máximo era pasar la raya de once, y en esa época no existía lo de poner "a una calle sola", ni "la raya complementaria". Posteriormente sobre los comienzo de los años 90 por adaptarse a la normativa de la Federación Leonesa de Bolos se acogieron todas estas nuevas normas y reglas y en la actualidad son utilizadas como argucias para contrarrestar las habilidades de lanzamiento del equipo contrario.

    Son famosas las distintas boleras que han existido en Naredo, generalmente muy próximas a los locales de las cantinas así son recordables:

    •  La bolera de la Plaza del Campo en tiempos de la cantina de Grabelón ( con grandes jugadores como Daniel el de la tía Manuela, Laurentino Valbuena siempre muy seguro por ello le llamaban la llave, Marcos, el tió Pepón, Pedro apodado "El Rubio" por su dorado del pelo, Victoriano Valbuena apodado "el cuadrao",.................... )

     

    • La bolera de la cantina de Belarmina y posteriormente de  Antonio León. Con los Daniel, Pedro, Aureliano, Fernando, Pepón, Marcos, Balbino, Arias, Nicolas, Pepe el gallego, Nano, Marras, Luis, Baldomero, Templa, .................

     

    • La bolera de la cantina de Vicenta Laiz, donde se celebraron grandes concursos de bolos el día de la fiesta de "San Salvador". Y sobre todos innumerables partidas los fines de semana: Balbino, Bernardino, Fernando, Aureliano, Arias, Carlos el de María, Ramón, Salvador, Nano, Marras,  Baldomero,  Cachondo, Gino, Sandín, Templa, Luis, Raúl, Saro, Garduño, Toño el de Justa, Adolfo, ...........

     

    • La bolera de la Plaza del Campo con el bar "Patri", últimamente ha sido donde más se ha jugadSe puede ver más grande. Haz doble clic.o influenciados por la gran afición que arrastraban Aureliano González muchas veces llamado el de la jata, por haber ganado en la Estación de Matallana una jata jugando a tirada individual, fue de los más completos, Fernándo González, Florentino Arias, Nicolas Laiz, Antonio Pastrana (el Poli), Rubén González, Javier Valbuena destaca por su gran afición y el coraje que le pone al juego acordándose hasta del copón, Jesús el de Palmira, Julio el de Nati, Lolo el de Carmen, Patricio, Tranquilo, Tali................................ de todos ellos hemos cogido afición otros como Celso, Pablo, Juan Carlos, Julito, Loli el de Nano, Saúl, Roberto el de Patri, Manolín, Roberto el de Rosi, Sergio el de Rosi la de Úrsula, Tino ( poco se le pegó de su padre Arias), Manolo, Teo (últimamente hasta cogió afición), Jorge, Mario, .................... y donde comenzaron también a vivir la experiencia de este juego los más jóvenes aficionados Sabat, Adrián, Jairo y Raulito.

     

    • La bolera de la Asociación Cultural, donde se encuentra en la actualidad,  contando con  un espacio envidiable rodeado de árboles, con un buen firme de barro y zahorra, y donde esperamos todos pasarnos unas tardes inmejorables llenas de emoción, risas y buen humor.

     

          También queremos reseñar en este apartado a mucha gente de los pueblos cercanos que al tener una grandísima afición a este juego y ser nuestro pueblo el único en el que saben a ciencia cierta que se juega durante prácticamente todo el año, estos aficionados se acercan para compartir con todos nosotros esas tardes de alegría jugando a lo que más nos gusta; citando alguno de ellos: Vicente el de Matallana, Kiko el de Rabanal, Carlos de la Estación, Viñuela y su hermano del Valle del Fenar, Jesús de la Robla, Tamba de LLombera, Chisqui de Vegacervera, Moisés y su hermano Pedro de LLombera, Virutas el de la Estación, Jaimito el de Orzonaga, Usi del Barrio de San Lorenzo, ............................... y como no a una pandilla de leoneses que se encuentran en Cataluña y con los cuales todos los veranos tenemos un encuentro de rivalidad sana y comparten también muchas tardes veraniegas con nosotros.


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