En el pueblo aún se puede ver el enclave de dos caleros, uno el del tío Jesús (situado en el Valle de Riazo) y el otro el de Fonso (situado en la zona de Vegapepina), que en épocas pasadas trabajaban produciendo cal que posteriormente se vendía para distintas funciones, principalmente para hacer argamasa, mezclándola con arena, para la construcción de viviendas o directamente para desinfección de las cuadras de los animales.

      Su construcción era totalmente de piedra y tenía una apariencia exterior muy robusta y en su interior un forma de embudo o tronco de cono en cuya boca de salida se colocaban unos raíles en forma de rejilla. (Ver dibujo adjunto "SECCIÓN DE UN CALERO" (horno de cal))

 

      La labor en los caleros comenzaba con la preparación de las piedras, para ellos se extraían las piedras calizas de la cantera (esta solía estar muy próxima a la ubicación del calero); estas piedras se seleccionaban y posteriormente se picaban o partían, con las mazas y macetas, para hacer piedras de un tamaño aproximado de 15 a 20 cm de diámetro o lado.

    Cuando se tenía una buena cantidad de piedra preparada se disponían para poner en funcionamiento el calero; para ello en la parte del enrejillado de los raíles se colocaban urces secas, encima leña seca menuda de roble, cepas de urz y troncos de roble o encina a continuación se colocaba una capa de carbón menudo (éste si era de buena calidad mejor prendía, mas calor producía y más duraba) encima de esta capa se ponía una de la piedra preparada anteriormente, luego otra capa de carbón, otra capa de piedras, ........... y así hasta completar todo la boca de llenado del calero ( ver dibujo anexo).

      Una vez preparado se prendía fuego por la boca de salida (parte bajera de calero) y las piedras de cal, por capas, se iban calcinando y se tenían que extraer picando con  una buena barra de hierro de más de 2 metros de larga, esta labor era para los más expertos, éstos sacaban las piedras calcinadas (llamada cal viva) y las iban acumulando par dejarlas enfriar, dicha labor se realizaba mediante horcas con ganchos colocando las piedras en los lugares establecidos para su posterior cargue, algunos caleros disponían de tolvas de cargado. El calero no se dejaba apagar, se trabajaba ,día y noche, y a lo largo de todo el año, según se iban sacando capas de piedras calcinadas se iban poniendo mas capas de carbón y piedra por la boca de llenado. La cal pura conseguida se vendía por metros cúbicos.

      Además de las piedras calizas, puras calcinadas, también se extraía el llamado "cisco" que eran restos menudos que llevaban parte de cal mezclada con la ceniza del carbón; éste componente también era vendido y era mucho más barato, aunque de mucha menor calidad que la cal pura, y se empleaba sobre todo en la construcción para viviendas y cuadras como argamasa. El cisco ya estaba apagado y se vendía a vuelo, sin medirlo de ninguna manera.

      Las piedras de cal calcinadas, después de dejarlas enfriar, para poderlas utilizar había que apagarlas; para ello se echaban estas piedras en un recipiente grande con agua (bien en bidones, baldes viejos o bien en el suelo y se le preparaba un corro con arena para que no se marchara el agua), y aquello empezaba a hervir y crecer mucho produciendo a su vez bastante calor; quienes hacían esta tarea tenían que tener cuidado, por que si les tocaba algo, ya que les podía producir serias quemaduras. Una vez apagada la cal se dejaba secar y quedaba echa polvo (un polvo similar al actual cemento pero de un blanco muy intenso), luego cuando se necesitaba, ésta se utilizaba, bien directamente para desinfectar cuadras o para blanquear exteriores o interiores de las casas o también mezclarla con arena para preparar la argamasa para la unión de los ladrillos en la construcción de las casas.

Cal Viva (Oxido de Calcio)

Cal Hidratada (Ca(OH)2)


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