La lucha leonesa.


 

     Desde siempre en nuestro pueblo, por tradición, ha existido una gran afición a los corros de lucha leonesa; los más antiguos recuerdan los coros del 18 de Julio en la Estación de Matallana, de La Vecilla, de Boñar, De Cremenes, ...... y algunos corros en los pueblos más próximos y en el mismo Naredo con todos los grandes figuras del momento de la "Lucha Leonesa"; épocas donde no existían las fajas de protección y donde a base de grandes esfuerzos se llegaban a romper los cintos de cuero, a poner los costados y caderas rojos de la rozadura del cinto, .........y época donde la asistencia médica y los vendajes eran cosa de los propios luchadores. Época donde luchaban todos contra todos consiguiendo el título de Campeón de Campeones, ............ ¡¡ que tiempos aquellos y como hacían vibrar al público asistente con su raza, genio, dureza y resistencia!!.

         En la década de los años 80 era tradicional en las fiestas de agosto presenciar un corro de Lucha Leonesa de categorías de infantiles, cadetes, y allí aparecían algunos de los niños del pueblo: Roberto, Manolín, Mario, ............y de ahí surgió la figura mas laureada de la Lucha Leonesa que abanderaba su nombre con el de su pueblo de nacimiento: MANOLIN el de NAREDO. A todos estos niños les inculcó esta gran afición Patricio Fernández LLamera, luchador en su juventud y natural de Pardisivil del Curueño ( perteneciente a la ribera del río Curueño de gran tradición de luchadores), y padre de Roberto y Manolín, él era quien los desplazaba durante toda la época de lucha a los distintos corros y quien les animaba y enseñaba alguna mañas de ataque y defensa. De todos estos luchadores llegaron a federarse Roberto en la categoria de medios y Manolín en ligeros.

     Por todo ello aún son muchos los vecinos de Naredo que siguen asistiendo asiduamente a presenciar los corros de Lucha Leonesa, disfrutanto de los mismos y a su vez se encuentran con gentes de otros pueblos próximos y echan sus parladinas recordando viejos tiempos.


"MANOLíN  EL  DE  NAREDO",

 UN PAISANO QUE SIEMPRE DABA LA CARA.

         La fecha más importante en la biografía de Manuel Fernández, 'Manolín' el de Naredo de Fenar, desde el punto de vista oficial podría ser el 29 de octubre de 1995, cuando se proclamó Campeón Provincial en el corro celebrado en Cistierna después de derrotar a los dos grandes favoritos, en semifinales a Iván Alonso, 'El Menudín' de Valdefresno, que acababa de ganar la Liga de Verano, y en la final al veterano más ilustre de la categoría en aquel momento, Javier Alonso de Ponga, 'Ponguina' de Valbuena. Y a los dos los derrotó con lo que fueron las mejores armas de Manolo: ser más listo que el rival y tener una raza como ya quedan pocos. Después de ganar aquel corro, cuando explicaba cómo lo hizo, vimos la otra cara de Manolín, la del luchador que estudiaba y conocía como pocos a sus rivales y la del paisano para el que la lucha leonesa no era un deporte, sino una pasión, otro componente de su vida, como la caza, los bolos, la pesca... la vida en el pueblo en definitiva. "Yo sabía que el secreto estaba en adelantarse cuando lanzan su ataque, pero son décimas de segundo, si no andas listo eres perdiz muerta".  

        Pero en justicia no debe ser ésta la fecha más importante, sino una de las fechas más importantes de una biografía deportiva que cerró joven por las secuelas de una lesión pero que fue muy intensa pues Manolín el de Naredo, como le llamaban siempre los aficionados, ya lo había ganado todo, absolutamente todo, en las categorías inferiores, en las que fue un azote para muchos chavales que con el tiempo fueron grandes campeones, estuvo en el primer equipo de lucha leonesa que acudió a un Campeonato de Europa de Luchas Celtas en el que se proclamaron subcampeones junto a gente como Iván, Héctor o Jorge Yugueros; fue Campeón Provincial, ganó un puñado de corros y, sobre todo, siempre fue uno de los favoritos de los aficionados. De esa raza era Manolín en el centro del corro.

         Pero en aquel año 95 Manolín ganó otro trofeo que dice mucho de lo que fue este todavía chaval para la lucha leonesa. Se llevó, junto a 'El Elegante' de Campohermoso, el Trofeo a la Deportividad. Puede parecer un título menor pero no lo es si se conoce que lo otorgaban los aficionados en el propio corro. Que al finalizar cada corro varios espectadores votaban al luchador que más les había llegado al corazón y en eso Manolín era un maestro, porque siempre ponía raza, genio, no daba nada por perdido y tenía aquella cara de niño que tanto llamaba la atención a quienes le veían comportarse en el corro siempre como un paisano.

         Por eso creo que para hacer la biografía de Manolín lo mejor no es repasar sus títulos, que los tiene, ni enumerar los corros que ganó, que son bastantes, sino recordar a un paisano con cara de niño que nunca decepcionó a los aficionados porque dio todo lo que llevaba dentro, que era mucho. Una frase le define, en la entrevista que le hacían antes de comenzar el Europeo de Luchas Celtas del 97, que se celebró en León y para el que también estaba seleccionado, decía Manolín: "Hay que dar la cara".

         Ese era Manolín, el que siempre daba la cara.

        Autor : Fulgencio. (Corresponsal de periodismo)


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