Existió en el pueblo una escuela rural-unitaria que agrupaba a niños y niñas. Acudían a ella niños de todas las edades, comprendidos en la edad escolar, desde parvulitos hasta mozalbetes.

     Citando a Pascual Mador, en el año 1845, sobre nuestro pueblo, nos dice: "Tiene escuela de primeras letras por temporada, con la dotación de 460 reales y una módica contribución por parte de los 20 niños de ambos sexos que la frecuentan.

     La Primera mitad del siglo XX, debido al florecimiento de minas de carbón, agricultura y ganadería, llegó a tener hasta más de 60 alumnos/as de ambos sexos, a partir de 1950 el número de alumnos se reduce situándose en torno a los 30 alumnos/as de media.

     Viendo que el número de alumnos iba descendiendo en todos los pueblos, el gobierno decidió hacer las Escuelas Comarcales en muchos lugares, concentrando en ellas a los niños de su municipio principalmente; y así se creó el Colegio Público Comarcal "Menéndez Pidal"  de Robles de La Valcueva que está situado en el barrio de la Estación de Matallana. Los niños de Naredo, como los de los otros pueblos del ayuntamiento, pasaron a partir de Octubre de 1975 a recibir su educación en dicho colegio; hoy día el centro escolar sigue allí y cada día de jornada escolar pasan los autobuses por la mañana a recogerlos, comen allí y los vuelven a traer por la tarde.

     Debe citarse, hoy como nota curiosa, que aquellos maestros de 1845 en adelante, hasta aproximadamente 1970, cobraban tan poco que se hizo popular el dicho: "pasas más hambre que un maestro de escuela"; pero en realidad eso del "hambre" no ocurría en los pueblos, entre ellos Naredo, ya que los vecinos del pueblo daban "la prueba" de todo lo que producían al maestro: prueba de la matanza, el cesto de patatas, la hogaza el día que amasaban, etc; y así la despensa de muchos maestros estaba repleta como la despensa de un agricultor. Los maestros de los pueblos dinero no tendrían, pero hambre tampoco pasaban gracias a sus vecinos. Hoy día los sueldos de éstos ya se equiparan al de cualquier otro funcionario normal.

     Queremos tener un recuerdo

para las últimas maestras que ejercieron su profesión en Naredo, sobre todo por el largo periodo de tiempo que estuvieron aquí  y por su labor desarrollada, y estas fueron: Dª Elicia, Dª Leontina y Dª Sagrario. También merece ser mencionado, por su estrecha relación profesional con las gentes de Naredo, a D. Augusto maestro del pueblo de Robledo de Fenar; en aquella época fueron muchos los niños de Naredo que se desplazaban hasta la casa de éste en Robledo a clases particulares; estas clases particulares paliaban el poco tiempo que muchos niños podían asistir a la escuela con normalidad, ya que se faltaba mucho por tener que ir a cuidar el ganado o ayudar en casa en las épocas de mayor trabajo y ocupación. Este maestro desempeño una gran labor educativa y por ello decían por aquí, aunque suene mal, que D. Augusto había "desasnau a medio Naredo".

     En esas épocas el maestro y el cura vivían siempre en el pueblo, en sus respectivas casa-escuela y casa-rectoral; eran personas muy queridas y respetadas, y como eran las más cultas del pueblo por ello se les consideraba como los bastiones en los que se apoyaba todo el pueblo para hacerles consultas, rellenar oficios y papeleos, hacer una solicitud, manuscribir herencias, etc.

     En la actualidad en el pueblo hay varios vecinos (concretamente 6) que ejercen o ejercieron  la profesión de la enseñanza como Maestros de Educación Primaria siendo funcionarios bien de la Junta de Castilla y León  o de otras autonomías, alguno desempeña su labor en el colegio de la zona, otros por la provincia de León, alguno en otra comunidad y alguno ya está disfrutando de una jubilación merecida.


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