Naredo durante la guerra civil.


      Desde el 18 de Julio de 1936 hasta el 1 de Abril de 1939, España fue azotada por una guerra civil. La contienda se desarrollo entre dos bandos: por un lado "los nacionales" (de derechas o franquistas) y por el otro "los rojos" (de izquierdas o milicianos o republicanos).

      Fue una guerra, como todas las guerras civiles, que llegó a enfrentar a familiares muy próximos ( hermanos, cuñados,..), amigos y vecinos, pues en muchos casos se daba la circunstancia de que en la misma familia unos luchaban en un bando y otros en el otro, y no por que sus ideas políticas estuviesen muy definidas hacia un lado, sino que la causa fue tan simple como que al estallar la guerra los había "pillado" hacia aquel lugar. En el trascurso de esta guerra, más que la política, primaban las venganzas, rencillas, odios y rencores que pudiera haber con anterioridad entre vecinos o conocidos.


      Naredo fue un lugar significativo, en él que la guerra se sufrió en línea intermedia de enfrentamientos. En el comienzo de la guerra Naredo estaba en zona roja o miliciana, pero las tropas nacionales iban subiendo hacia el norte de la provincia de León llegando a esta zona, y se situaron en en el pueblo de Pardavé de Torío y en "La Estación". Con la llegada de estas tropas, y ante la incertidumbre y  miedo creados, los habitantes del Valle Fenar unos se fueron a refugiar hacia el norte ( zona de montes y considerada zona roja) y otros optaron por refugiarse en las casas de Naredo, de ahí que familiares, vecinos y amigos se encontraran en bandos contrarios.

      Estas tropas nacionales hacían todos los días el recorrido, generalmente de día, por todo el Valle Fenar para vigilar el correcto funcionamiento del ferrocarril de vía estrecha "La Robla - Bilbao"; pero a su vez también saquearon  las casas de los pueblos, por eso pasada la guerra muchos vecinos sabían quien tenía sus herramientas, sus útiles de matanza y todas sus cosas, ya que algunos componentes de las tropas eran gente de la zona y todos se conocían. Por otra parte los milicianos, como tenían que comer bajaban, al retirarse las tropas, para buscar la ansiada comida en las casas, comida que a veces se llevaban por la fuerza y con amenazas.

      En uno de tantos escarceos los milicianos bajaron al pueblo de Naredo, creyendo que no estaban las tropas nacionales, y se encontraron junto a la iglesia con un fuerte enfrentamiento, empleando armas de fuego y resultando algunos vecinos heridos. Durante el enfrentamiento los rojos llegaron a saquear la iglesia consiguiendo sacar todos los santos y quemarlos, .........; cuando todo se apaciguó, una señora llamada "la tía Matilde" recogió las cenizas de los santos y las llevó al cementerio.

      Los situados en el bando miliciano tenían que aprovechar la noche para acercarse con mucha cautela a las casas de sus familiares o amigos, sobre todo por comida y ropa de abrigo, y por ello eran constantes las visitas de la guardia civil  registrando las casas de quienes tenían algún familiar en el bando rojo, llegando siempre por sorpresa (a veces por chivatazos de los vecinos afines a las tropas nacionales). Pasados unos años se fue suavizando aquel clima de rencor y algunos milicianos se fueron entregando, otros se marcharon a otra ciudades utilizando todo tipo de pillerías y disfraces, otros permanecieron ocultos en sus propias casas en subterráneos que se hacían en las cuadras, huecos secretos muy camuflados (en los hornos de cocer el pan, falsas paredes,.....) y en los pajares hasta decidir su entrega para someterse a la condena correspondiente, sabiendo que muchos de sus compañeros que se habían entregado fueron fusilados y asesinados cruelmente. Estas familias vivían en continúo sobresalto y siempre vigilantes para poder salvarle la vida a los suyos y siempre ocultando y negando haberles visto, y por ello han sido muchos los que pagaron con su propia vida; en este sentido las presiones de los guardias eran inhumanas registrando los de hogares, llegando a pinchar con sus bayonetas y horcas en los pajares y a torturar a los familiares a fin de obtener información sobre la localización de ciertas personas que se encontraban en el bando rojo. Siempre había "chivatazos" a la guardia civil, por parte de algún vecino, resultando  algunos milicianos apresados, a quienes los llevaban a "pasear" (término que utilizaban mucho) y nunca más se volvía a saber de ellos; a veces llevaban camiones de gente de esta forma y luego los dejaban fusilados en cualquier monte.

      Con todos estos hechos acaecidos ya se pueden suponer los odios y rencores que surgieron entre los vecinos e incluso entre familiares. Hoy día esto va "olvidándose", lentamente, ya que por una parte las personas que han sufrido en sus carnes estos hechos van siendo mayores y también debido a que una gran parte de ellos han fallecido; pero aún queda gente  más joven que les han hablado tanto de ello, y con tanto detalle, que les han trasmitido su sentir y es el día que aún sienten ciertos recelos contra los que hoy son de derechas.

      Pasados los años, en un paraje denominado "Riazo", el pastor de las ovejas y los que iban con las vacas para aquellos prados, descubrieron las trincheras (en el monte "El Cueto") y las cuevas (en la ladera del reguero de la Bargañona) en las que se habían guardado "los del monte" como se decía aquí, estaban tan bien camufladas que era muy difícil descubrirlas; entre estas personas que ejercían el pastoreo en aquella zona se comentaba que "...cuántas veces estaríamos vigilados sin darnos cuenta." y sentían cierto miedo de pensar en ello. En esas cuevas se encontraron latas, botellas, casquillos de bala, ....... y restos que demostraban la vida que hubo en ellas durante unos años.


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